EL CATÓDICO ha visto maravillas más allá de las 625 líneas.
A Orzowei pasearse en taparrabos por la Sabana africana, el pecho volador de Sabrina, los bocatas gigantes del Piraña (un trauma infantil: ¡Chanquete ha muerto! y las lagartas de pechos prietos de V.
Ha sido testigo del reinado matutino de la Campos, la Quintana y lo que vendrá.
Ha visto a Belén Esteban de icono descerebrado de la modernidad, y la conversión de la información en un relleno del espectáculo, más allá de las torres gemelas en llamas de Nueva York. Todos esos momentos se pierden entre una sonrisa viperina de Jorge Javier Vázquez y un chiste a destiempo de Matías Prats.
HOY ES UN BUEN DÍA PARA VER LA TELEVISIÓN.

viernes, 1 de enero de 2010

Galas fin de año


Fuente: La 1
Pocas neuronas
en las uvas

LAS UVAS ES una tradición del 1910 repetida machaconamente desde entonces. Teníamos excedente de uva. Demasiados años de campaña comercial para ser una inocente fiesta iniciática y tribal. Las teles se han adueñado de ella para machacarnos con temibles galas. En La 1, Anne Igartiburu y su corpiño rojo, aterida de frío, la mujer; nos despedía el año con su nerviosisísimo compañero, el actor Manuel Bandera. Los dos añadían a cada frase la coletilla ¡Como no!, Y Francia, y su fantástico París, ¡Cómo no!
Semos europeos.
El lonchafinismo se ha instalado en la tele pública: le siguió un corta-pega de actuaciones musicales. Vimos a Tom Jones, el tigre de Gales, en los años 70 y ahora, convertido en el rey del lifting. A Mecano en su plenitud y a un imberbe Michael Jackson. Los directivos han adoptado la táctica Freixenet. Hay crisis. Total, ¿A quién le importa si la actuación enlatada es de hoy, o de hace 20 años?
Más corta-pega desorejado en Antena 3, para no desentonar.
En Tele 5, el duo cómico de nuestro tiempo, Esteban-Vázquez nos demostró que todos podemos estar en televisión cobrando una pasta. Es el gran aliciente de la cadena, un día puedes salir tú explicando tus cositas. Es tan democrático. ¿La liga roja de la Esteban era imprescindible para despertarnos la lívido? Los Manolos, en La Cuatro, despidiendo el año desde Sudáfrica, tan cosmopolitas ellos en frack. Y los chicos del reality Fama ¡a bailar!, luciendo palmito. Quizá no consigan la fama los muchachos, pero la están sudando en cantidades industriales.
TV3, a La Nostra, nos mostró este fin de año de diseño desde la Torre Agbar en “coloraines”, y se despachó el tema con los protagonistas de El cor de la ciutat, descubriendo, inocentes ellos, en plan El Show de Truman, que vivían en un culebrón de la tarde, con decorados de poriespán.
Bien cuando se manifestaron en las campanadas contra su defunción catódica, necesitamos humor para salvarnos.
¡Y es que es tan cómodo vivir en una ficción! ¡es tan cómodo repetir cada año lo mismo!
El dúo Peran y Coral, hasta en las uvas. El show posterior con los rostros conocidos de la cadena, cantando en playbacks previsibles y sospechosos, más de lo mismo.
Año sí, año también.
En Alemania las cadenas organizan grandes galas, dónde aparecen cantantes espectrales del pasado lejano, haciendo mover el esqueleto a jubilados y jubiladas vestidos de tiroleses. Terrorífico.
En Europa y el mundo catódico todo es patéticamente parecido o igual. Oh yeah!
Las uvas y el fin de año, previsibles, acartonados.
Viviendo encorsetados en sus propios clichés.
Como la sociedad que dicen representar: todo se arreglará con alcohol, vestidos de fiesta y una liga roja en la boca. Todo se arreglará en el 2010.

¡FELIZ 2010, CATÓDICOS!

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