EL CATÓDICO ha visto maravillas más allá de las 625 líneas.
A Orzowei pasearse en taparrabos por la Sabana africana, el pecho volador de Sabrina, los bocatas gigantes del Piraña (un trauma infantil: ¡Chanquete ha muerto! y las lagartas de pechos prietos de V.
Ha sido testigo del reinado matutino de la Campos, la Quintana y lo que vendrá.
Ha visto a Belén Esteban de icono descerebrado de la modernidad, y la conversión de la información en un relleno del espectáculo, más allá de las torres gemelas en llamas de Nueva York. Todos esos momentos se pierden entre una sonrisa viperina de Jorge Javier Vázquez y un chiste a destiempo de Matías Prats.
HOY ES UN BUEN DÍA PARA VER LA TELEVISIÓN.

jueves, 22 de julio de 2010

TOUR DE FRANCE. TELEDEPORTE, LA 1

Foto: Blog de RTVE.
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MONSTRUOS DEL CICLISMO

CUANDO PASAS tantas horas narrando el Tour con alguien, o lo matas, o te conviertes en el Duo Sacapuntas y en Faemino y Cansado (buenos, buenos) los 4 juntos, directamente.
Con menos gracia, claro.
Por eso a Perico Delgado y a Carlos de Andrés, de la escuela de deportes todoterreno de Sant Cugat, les han preguntado a través de las consultas del internete, que usan para rellenar las horas y horas y horas eternas de la retrasmisión sin anuncios, a pelo y en bolas en Teledeporte, si se han planteado hacer monólogos de humor en los teatros.
¿Lo estudiarán?
Les hemos oído hablar de ciclismo, de su historia, de lo guapa que es la chica que saca los tiempos en motocicleta. Decir chistes malos, made in del segoviano que es historia viva del ciclismo. De cómo hacen sus necesidades los ciclistas, de cual es la mejor marca de bicis. También de tácticas. Bla, bla.
Cansados de oírse, se han peleado entre ellos. Mientras, ah, el esfuerzo memorable de los ciclistas sigue y sigue. ¡Las imágenes de Sastre, en el Tourmalet, en plan héroe indómito, luchando contra los elementos y el tiempo, en medio de la nada, que grande es este deporte! Por favor. Por no hablar del duelo del primero y segundo, mano a mano.

Es lo que tiene el Tour. La France seduisante y 172 tíos, como los 300 troyanos de la película, dejándose la piel mientras el público se hace una siestecita mecido por los ventiladores, en sus sofás.
Que rico, Papi, papito.
Imágenes para el recuerdo de Perico, enfundado en amarillo, en tromba suicida por los descensos del Tourmalet, las gestas de Amstrong, la máquina afinada de Indurain, alías Terminator. Por no hablar de Mercx, Fignon, Anquetil, aquellos otros de oro como Jalabert, Jaja, los colombianos prodigiosos. Y tantos otros: Ocaña; Lejarreta. Las Españas ciclistas de los 80 eran de los Kelme, de los Zor, de los Teka o los Reynolds. Instantes para la épica de un deporte de superhombres. NUNCA SUFICIENTEMENTE VALORADO.


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