EL CATÓDICO ha visto maravillas más allá de las 625 líneas.
A Orzowei pasearse en taparrabos por la Sabana africana, el pecho volador de Sabrina, los bocatas gigantes del Piraña (un trauma infantil: ¡Chanquete ha muerto! y las lagartas de pechos prietos de V.
Ha sido testigo del reinado matutino de la Campos, la Quintana y lo que vendrá.
Ha visto a Belén Esteban de icono descerebrado de la modernidad, y la conversión de la información en un relleno del espectáculo, más allá de las torres gemelas en llamas de Nueva York. Todos esos momentos se pierden entre una sonrisa viperina de Jorge Javier Vázquez y un chiste a destiempo de Matías Prats.
HOY ES UN BUEN DÍA PARA VER LA TELEVISIÓN.

miércoles, 27 de octubre de 2010

HISPANIA, LA LEYENDA. ANTENA 3

Imagen: formulatv.com
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LOS ROMANOS Y OLÉ

LOS LECTORES IBÉRICOS, ya conocen la retahíla franquista de Viriato, “indómito pastor lusitano”, y aquello del bravo español que paró los pies a los pérfidos romanos, y bla, bla. Y no te digo ná de la dictadura salazarista del Estado Nuovo. Los fascismos y sus mitos fundacio-nales. Pues los chicos de Bambú producciones cogen aquella epopeya histórica de resistencia de un pastor harapiento frente a un Imperio republicano, y lo hacen serie.

Se baten el cobre con el Principito de Beckelar, que quiere tanto a su Letizia en Telahinco. ¡Pero que campechanos son estos Borbones, hijos míos! Y los romanos van y ganan a los puntos. ¿Y qué nos muestran?, una serie con vocación culebronera: empieza cuando los romanos sedientos de riquezas aplastan una boda íbera, y raptan a la doncella púber. Se nos dice que son mu malos; requetemalos. Vemos peluquines de caciques íberos (la de Lluís Marco, es antológica), batallas en plan espectacular gracias a la animación ordenaril. Nombres curiosos: un noble íbero se llama Teodosio (si no voy errado, es un nombre griego, ¿aceptamos pulpo?).
Vemos como los íberos y olé cocinan ¡pinchitos morunos! ¡Ozú, que rico!
A veces chirría, pero miren, la aventura eterna de resistir a la opresión, de crear una industria propia de teleseries, y la figura de un Viriato megacachas antiimperialista coletudo y tal, es tan divertida y fetén como ver a un Robin Hood con las mallas verdes y el bigotillo a la caza de sajones. Apostamos por lo local, PARA SER UNIVERSALES. TOMA YA.

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