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HACE AÑOS, una típica serie de TV3, Laberint d’ombres (Laberinto de sombras), un culebrón desorejado, marca de la casa, con incestos a tuttipleni y locuras varias, triumfaba en las tardes siestiles de Catalunya. Un miembro de las famílias vinícolas del Penedés, que no revelaremos, pensó que retratava a su mismísima família. Los muy jodíos.
La anécdota no es causal.
Dónde hay poder, luchas de egos, estrategías y dinero, puede pasar de todo.
Este podría ser el lema de la serie de Bambú Producciones, dónde siguiendo la estela del cabroncete de Harryson Ford en Regarding Henry (A propósito de Henry; La fuerza de la gravedad se tituló en Hispanoamérica), al guaperas de Tristán Ulloa, una mala bestia de los negocios de caldos, le pegan unos tiritos en la bodega y a partir de aquí tiene que aprender que tipo de persona era y en que ambiente vivía.
Recuerden que la mafia, esa multinacional sin patria, nació de los negocios de família.
Siempre un placer tener de pater famílias a Emilio Guitiérrez Cava, ¡que pedazo de actor! ¿Será él el malo maloso que necesitamos odiar y querer en una serie de este tipo?
Ah, tenemos a la família de los pobres, con hija mona soltera y tal, ya saben, Hombre rico, hombre pobre. Mucho ritmo, lio entre hermanos y sorpresas varias. Y POCO MÁS.