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TU MUNDO ES DE ZOMBIS
RECOMENDADO POR EL CATÓDICO. Años 80, siglo 20: la ficción zombística tiene un renovador en el norteamericano George A. Romero.
Sus películas nos hablan del capitalismo consumista y sus límites. De sus fuerzas destructoras y de la alienación (hablando claro, de la putada: el vacio interior) que esconde el mundo consumista. ¿Son los zombis infiltrados comunistas que atacan el paraíso del comprar por comprar?
Nos hablan de los límites entre el egoismo y el esfuerzo colectivo.
De la diferencia (existía un zombi bueno, como un Frankestein moderno).
The Walking Dead es una novela gráfica, (que bueno Tony Moore) poética, dura, actual, y un juego de gran éxito.
Su versión de la pequeña pantalla, en la AMC, ha recibido el éxito de la crítica y ya ha renovado: conserva la esencia, y como Romero, habla del esfuerzo colectivo que surge de uno mismo:
Estados Unidos están destruidos y en mutación.
De lo mejor, su sencillez narrativa, sin mensajes sensibleros. El apocalipsis, y punto.
El sheriff bueno pasea por un lindo pueblito norteamericano, todo está vacio y una niñita zombi se lo intenta merendar: el mundo es ahora de los muertos.
La música, eterno enganche yanqui, no lo domina todo. Y vivimos la zozobra de ese sheriff al que todo lo que conocía, le desaparece de un día para otro.
Hay que retornar al caballo, a la América rural y al disparo Y TIENTE TIESO.
RECOMENDADO POR EL CATÓDICO. Años 80, siglo 20: la ficción zombística tiene un renovador en el norteamericano George A. Romero.
Sus películas nos hablan del capitalismo consumista y sus límites. De sus fuerzas destructoras y de la alienación (hablando claro, de la putada: el vacio interior) que esconde el mundo consumista. ¿Son los zombis infiltrados comunistas que atacan el paraíso del comprar por comprar?
Nos hablan de los límites entre el egoismo y el esfuerzo colectivo.
De la diferencia (existía un zombi bueno, como un Frankestein moderno).
The Walking Dead es una novela gráfica, (que bueno Tony Moore) poética, dura, actual, y un juego de gran éxito.
Su versión de la pequeña pantalla, en la AMC, ha recibido el éxito de la crítica y ya ha renovado: conserva la esencia, y como Romero, habla del esfuerzo colectivo que surge de uno mismo:
Estados Unidos están destruidos y en mutación.
De lo mejor, su sencillez narrativa, sin mensajes sensibleros. El apocalipsis, y punto.
El sheriff bueno pasea por un lindo pueblito norteamericano, todo está vacio y una niñita zombi se lo intenta merendar: el mundo es ahora de los muertos.
La música, eterno enganche yanqui, no lo domina todo. Y vivimos la zozobra de ese sheriff al que todo lo que conocía, le desaparece de un día para otro.
Hay que retornar al caballo, a la América rural y al disparo Y TIENTE TIESO.
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