
Imagen: vayatele.com
El mensaje tántrico del segundo repor es: ¡vamos, malditos, a hacer una party de la muerte y a follar como mandriles, que el euro se acaba!
En cambio con Fran Rivera, que tiene una doble vida de torero y personaje del colorín, se contiene más. Dice que le han ofrecido hasta 500.000 euros por cantar sus cosicas en los platós. Pero el hombre, con su finquita que es 2 veces el Parque del Retiro de Madrid, sus tradiciones y una família torera que cuenta con un grandísimo Ordóñez como mito, no lo necesita y pasa del tema.
Vemos a la cuadrilla, un traje de luces de ellos te puede valer hasta 3200 euros.
Por cierto, los trajes de torero han sido estudiados por la Nasa por su resistencia a los golpes y los pitones del toro (deben soportar 500 quilos de bestia mitológica).
Rivera va a torear a Barcelona en avión. Y los de la cuadrilla se patean too el trecho entre Andalucia y el Llobregat en fragoneta.
La Plaza Monumental: vemos a los antitaurinos y los protaurinos acordándose de los padres de los respectivos. El toreo se ha prohibido en Catalunya como fiesta el 2012, mientras las carreras populares con toros, los correbous, se protegen.
Cosas de la política y de una cierta doble moral.
Tenemos una cogida de torero, pobre Tato. Las imágenes de él en el hospital son buenas. Y ver todo el material taurino, tan desconocido.
El toreo, un rito bestial y anacrónico, una forma de arte conmovedora y terrible. Toda esta belleza inquietante, no consigue aparecer en el reportaje. Parece que las pechugas del repor de la Hilton VENDEN MÁS.